Se acerca el verano y muchos
de vosotros dispondréis de tiempo libre para poder descansar y
disfrutar de vuestros hobbies. Tal vez acabar la pila de libros que
se acumulan en la mesilla de noche, o ver todas esas pelis que tenías
pendientes por falta de tiempo, los capítulos que te quedan de Juego
de Tronos...
Pero...¿Qué tal si además
de ver los capítulos también los vives? ¿Dónde? En Irlanda del
Norte por supuesto!!
Este
hermoso país es el lugar de rodaje de muchos de los escenarios de la
serie favorita de medio mundo. En
Irlanda del Norte nunca estás lejos de alguna de las maravillosas
localizaciones
de Juego de Tronos.
Tu
aventura dará comienzo en el parque
forestal de Tollymore
en el Condado de Down.
Es más que una hermoso parque. Aquí fue donde se rodó la primera
escena, del primer episodio, de la primera temporada de Juego de
Tronos. El primer lugar que nos adentra en la magia de Westeros. Con
abundantes zonas frondosas, puentes, cuevas y portones de estilo
gótico, Tollymore es un inicio apropiadamente dramático a tu
aventura en Poniente. La abadía
de Inch
se encuentra un poco más al noroeste. La propia abadía y sus
alrededores aparecen en la serie en numerosas ocasiones.
En
esta misma zona, Arya y El Perro aparecen cabalgando hacia el Forca
Rojo. Naturalmente, la visita de las ruinas del siglo XII en la
abadía de Inch es fascinante, independientemente del derramamiento
de sangre que tuvo lugar en el mundo de fantasía de la serie.
Siguiendo
en el Condado de Down, nos dirigiremos al castillo de Ward que
se convirtió en el
hogar de la Casa Stark: Invernalia. Esta propiedad del siglo XVIII
del National Trust fue transformada para la escena en la que Robert
Baratheon y su corte llegan a las tierras del Norte.
Si
nos dirigimos a Belfast nos encontraremos con los
Titanic
Studios. Muchas de
las escenas en interiores más memorables de Juegos de tronos se
rodaron aquí. El salón del trono en Desembarco del Rey (donde se
encuentra el Trono de Hierro), el Septo de Baelor y los interiores de
Aguasdulces y Los Gemelos...
Lamentablemente, los estudios
no están abiertos al público, pero a partir de Junio de este año
se podrá visitar una impresionante exposición en la que podrás
admirar material de la serie como armas o vestuario, así como ver el
Trono de Hierro en persona o sacarte una foto con el estandarte de tu
casa preferida.
Al oeste de Belfast se
encuentra el valle de Shillanavogy . Aquí fue donde, en la primera
temporada, acamparon los feroces Dothraki. Este valle verde se
transformó perfectamente en los ondulantes pastizales de Vaes
Dothrak.
Más
hacia el norte por la impresionante costa de Antrim, están las
cuevas
de Cushendun.
Este lugar se usó para la escena en la que Melisandre dio a luz a su
hijo de sombra.
Desde
Cushedun se puede viajar hacia
Ballycastle.
Este pequeño pueblo costero es una base perfecta para explorar
varios de los escenarios de Juegos de tronos. Para empezar, el
puerto
de Ballintoy.
Este pequeño y plácido puerto se transformó en las escabrosas
Islas del Hierro para la escena en la que Theon vuelve por fin a
casa. Algunas partes de esta playa sirvieron también para
representar a Rocadragón.
Estas
son tan sólo unas pocas pinceladas acerca de los que nos ofrece
Irlanda del Norte. Anímate, coge tu maleta y tus ilusiones y
embarca hacia un país de ensueño. Y recuerda...Summer is coming!!
Aunque, si por otra parte eres de los que prefieren quedarse en casa leyendo un buen libro antiguo que te empape de historia, te recomendamos
visitar Granada y hacer la ruta por sus espléndidos monumentos. A
partir de estos podrás sumergirte en el pasado Andalusí al mismo
tiempo que contemplar la belleza musulmana y cristiana, legado de un antaño en el que estas dos culturas convivieron y que se conserva
intacto con el paso de los años.
Es
de visita obligada la
Alhambra.
Esta pequeña ciudad palatina, posada a un lado de la Sierra Nevada,
fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984. En ella se ubican
el famoso
Patio de los Leones
y su fuente, el
Patio de los Arrayanes
y el Generalife,
unos jardines en los que el agua, bien escaso en el norte de África,
cobra real protagonismo.
El Albaicín y el Sacromonte son dos barrios que tampoco te puedes perder si realmente buscar conocer toda su cultura.
En
el primero, también Patrimonio de la Humanidad, podrás pasear por
sus coloridas calles y contemplar los jardines de jazmines que forman
parte de los
Cármenes
(sus viviendas típicas). Asimismo tendrás unas vistas estupendas de
la Alhambra.
Sacromonte, en cambio, es
famoso por sus casas cueva, en las que te podrás dormir y creer
viajar a otro planeta. En ellas se celebran todas las noches, como es
tradición, fiestas flamencas. Además podreis visitar su Abadía,
repleta de reliquias y testimonios de los primeros cristianos en
Granada.
Es a través de la arquitectura de La Alpujarra, cerca de la ciudad de Granada, como podemos llegar a comprender los bereberes que aquí habitaron. Sus típicas casas encaladas, culminadas por chimeneas asombreradas que se mimetizaban antaño con el paisaje granadino, te harán pensar que vives en otro lugar, en medio de una cultura totalmente diferente.
Nos despedimos con la frase de Francisco Alarcón de Icaza, ''No hay nada en la vida como la pena de ser ciego en Granada'', aunque sabemos que es capaz de embriagar todos los sentidos.
Si al final decides viajar a uno de estes dos destinos que te proponemos, recuerda que esto es solo el comienzo y que cada rincón tiene algo especial por descubrir y cada viaje un libro por empezar. ¡Viva el verano!
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